De las Debilidades de Cordero a las Fortalezas de Vázquez Mota

De las Debilidades de Cordero a las Fortalezas de Vázquez Mota
22 de septiembre de 2011 
El acto en el que Josefina Vázquez Mota recibió de manos de Rafael Moreno Valle la medalla Gabino Barreda al mérito educativo generó dos lecturas: que el gobernador la apoya y que el gobernador no la apoya (en sus intenciones por convertirse en la candidata del PAN a Los Pinos).
La segunda lectura cae por su propio peso, una vez que tanto la instalación del Consejo Consultivo de Educación del Estado de Puebla como la entrega de las medallas tuvo como protagonista central a la rival a vencer en el proceso interno de Acción Nacional, la única a la que Ernesto Cordero en realidad le teme.
La convocatoria al acto fue sobresaliente y evidenció que los demás premiados sólo tenían un papel en esta historia: la de ser convidados de piedra en el festín de Vázquez Mota.
No hay que hacerse bolas: el de ayer fue un "espaldarazo" que el gobernador Moreno Valle le quiso dar a "Fina", como le dice el presidente Calderón a la precandidata informal.
Y es que en momentos como estos, metidos como estamos en el 2012, todo tiene que ver con el proceso electoral
Y hasta las medallas son significativas: metáforas vivas del poder.
¿O Moreno Valle le haría un reconocimiento similar a Santiago Creel?
¿Haría uso de su enorme poder de convocatoria -como el mostrado ayer- para halagar al senador con licencia?
Es a todas luces improbable, imposible, inverosimil.
El gobernador quiso evidenciar su cercanía con Vázquez Mota, y lo logró.
Habrá que ver qué pasa ahora que Ernesto Cordero venga a Puebla.
¿Ana Teresa Aranda, su operadora local, será capaz de organizarle un acto como el ofrecido a "Fina"?
Es de dudarse.
Y es que su capacidad de convocatoria es tan limitada que no le ha alcanzado prácticamente para nada.
Su propia biografía está plagada de derrotas y fracasos.
Fue incapaz -lo vimos recientemente- de ganarle a Moreno Valle la candidatura del PAN a Casa Puebla.
El resultado fue elocuente: el hoy gobernador prácticamente la aplastó pese al apoyo abierto de Marín y Zavala.
Y eso que Ana Tere había sido dirigente estatal de su partido, y diputada, funcionaria federal, activista de tiempo completo.
Difícilmente, pues, la señora Aranda podrá organizarle a Cordero un acto decoroso.
Difícilmente.
Por no decir imposible.
¿Quién le habrá dicho a Cordero que Ana Tere es buena operadora?
¿Estará enterado que nunca, hasta ahora, ha ganado una elección en su vida?
¿Sabrá de su escasísimo poder de convocatoria?
¿Conocerá su biografía política?
¿Tendrá claro que lo suyo no es ganar votos sino gritar en plazas públicas?
Alguien tendría que decírselo para que no se haga vanas ilusiones.
Por cierto: la única aportación que hasta hoy le ha dado Ana Tere es una frase desafortunada y misógina: "¡tengo los pantalones bien puestos!".

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